¿Has oído hablar de los «vehículos especiales»? Sin embargo, forman parte de nuestra vida diaria, están en todas partes, y hoy hablamos con CMAR, una empresa pionera en este campo, que ha integrado completamente el hidrógeno en su estrategia. Esta empresa francesa fabrica y/o distribuye estos famosos «vehículos especiales»:

- Vehículos de limpieza urbana (barrer, lavar, desmontar)

- Vehículos ferroviarios para mantenimiento y limpieza de vías

- Obras públicas: barrido de carreteras o limpieza de obras

- Defensa

Julien Bonnel, director ejecutivo de CMAR, explica cómo encaja el hidrógeno en su negocio.

Lhyfe Heroes: ¿Por qué interesa el hidrógeno en su negocio?

Julien Bonnel: Nuestro negocio es muy específico: no solo nos dedicamos al transporte, nuestros vehículos funcionan, transportan herramientas,... Por lo tanto, necesitan mucha energía. ¡La energía que puede proporcionar el hidrógeno!

También deben ser compactos para funcionar en el centro de las ciudades, en áreas restringidas, etc. Y una vez más, el hidrógeno satisface esta necesidad, porque para una potencia determinada, el espacio utilizado en el vehículo es realmente reducido.

Y, sobre todo, el hidrógeno tiene una clara ventaja para el funcionamiento de estos vehículos, que a menudo trabajan en turnos de 2x8 o 3x8: tiempo de recarga (solo unos minutos) y longevidad entre repostajes, muy superior a la de los vehículos eléctricos, por ejemplo.

LH: ¿Crees que el hidrógeno llegará pronto?

JB: Ya tenemos barredoras en funcionamiento en Francia y algunas ciudades son pioneras en esta tecnología. La próxima normativa de la ZFE nos ayudará a avanzar con mayor rapidez. Estas zonas de bajas emisiones, que se establecerán principalmente en las grandes conurbaciones, impondrán criterios de emisión de CO2 mucho más bajos que los que tenemos actualmente, por lo que los vehículos eléctricos y de hidrógeno deberían desarrollarse más rápidamente en el sector de la movilidad.

LH: ¿Cuáles son los principales problemas encontrados en el desarrollo del hidrógeno?

JB: Por el momento, es bastante complicado encontrar infraestructuras de recarga, ya sea para vehículos eléctricos o de hidrógeno. En lo que respecta al hidrógeno, siempre que es posible trabajamos dentro de los ecosistemas, alimentando a nuestras barredoras con la estación de recarga local. Este es el caso de Les Sables d'Olonne, en Vendée. En la región de Ile-de-France, también hemos encontrado una solución a esta deficiencia, cargando la barredora con cartuchos de gas recargables. Esta solución nos permite empezar a trabajar sin tener que esperar a que se instale la estación de carga.

LH: ¿Cómo ve el desarrollo de su negocio de hidrógeno?

JB: Creo que el hidrógeno pronto figurará en la agenda de los vehículos ferroviarios urbanos. A medio plazo, también me imagino que el sector de las obras públicas, especialmente en las zonas urbanas, se preocupará por la reducción del CO2.