Dado que el hidrógeno es inagotable y no contaminante, tiene un papel que desempeñar en la transición hacia una economía de bajas emisiones de carbono, o incluso de cero emisiones en el caso del hidrógeno renovable. Pero, ¿puede explotar este gas portador de energía? ¿Qué riesgos conlleva el uso del hidrógeno y qué soluciones existen para limitarlos en el ámbito del transporte?
El hidrógeno: Un breve recordatorio de los conceptos básicos
Con su estructura atómica simple, el hidrógeno es el átomo más ligero de la tabla periódica de Mendeleiev. Es el elemento químico más abundante del universo. Además de ser incoloro e inodoro, el H2 o dihidrógeno, formado por dos átomos de hidrógeno, es una molécula muy energética. La combustión de 1 kilogramo de H2 libera aproximadamente tres veces más energía que la misma masa de combustible de petróleo.
Comprender las propiedades del hidrógeno para garantizar su uso seguro
Como cualquier combustible, el hidrógeno presenta un riesgo de ignición o explosión en contacto con el aire y una chispa o fuente de calor. Su extrema ligereza -es 14 veces más ligero que el aire- y velocidad de difusión le confieren la desventaja de poder escapar por el más mínimo hueco, pero también la ventaja de disiparse rápidamente en la atmósfera, limitando así el riesgo de incendio en espacios abiertos.
Debido a su pequeño tamaño atómico, el hidrógeno puede difundirse en el metal y modificar la red cristalina, provocando la fragilización de los materiales metálicos, lo que se conoce como fenómeno de fragilización por hidrógeno. Por tanto, es importante seleccionar los materiales adecuados para el diseño de sistemas de hidrógeno seguros.
Vehículos de hidrógeno: Diseño innovador para garantizar la seguridad
El interés por las energías bajas en carbono ha impulsado a los fabricantes a desarrollar sistemas que permitan producir, transportar, almacenar y utilizar el hidrógeno con total seguridad. Por ejemplo, en los depósitos de los vehículos de hidrógeno, todo está diseñado para evitar o controlar las fugas de gas y reducir el riesgo de ignición en caso de accidente:
- Sellado resistente: Un revestimiento de polímero rodeado de una gruesa capa de materiales compuestos de alta resistencia sella el depósito de combustible y puede soportar impactos de 5.000 julios.
- Sistema totalmente controlado: Los vehículos llevan incorporados sensores estratégicamente situados para comprobar si hay fugas en el sistema y un disyuntor para cortar el flujo de gas si se detecta una fuga.
- Precauciones contra incendios: Las válvulas permiten evacuar el hidrógeno fuera del vehículo de forma segura y evitar así la sobrepresión en el depósito.
Una batería de pruebas para garantizar la seguridad de los vehículos de hidrógeno
Los sistemas de hidrógeno están sujetos a estrictas normas de seguridad, que les obligan a someterse a toda una serie de pruebas para verificar su resistencia a temperaturas extremas, productos químicos, caídas, golpes, etc. Incluso se someten a pruebas balísticas para comprobar su resistencia a impactos ultrapotentes.
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